¿MI PROFESIÓN AL SERVICIO DE DIOS?

La iglesia puede ser talvez el único lugar que reúne gente de diversas edades, de ambos sexos, de diversas nacionalidades, distintas clases socioeconómicas, distintas dificultades, diferentes problemáticas e incluso diversos trastornos físicos y psicológicos. No existe otra entidad en el mundo que deba lidiar con toda la diversidad de personas que en la sociedad existe. La iglesia es por excelencia el lugar donde se debe trabajar con multitud de casos que muchos de nosotros ni siquiera podríamos imaginar.

Frente a este panorama podríamos plantearnos muchas preguntas: ¿La iglesia ha sabido responder a esta demanda? ¿Son suficientes las estrategias actualmente utilizadas? ¿Basta solo con la labor de pastores, diáconos o líderes de las respectivas congregaciones? ¿Necesitamos un cambio en la estrategia? ¿Es suficiente la oración y la enseñanza de la palabra de Dios para enfrentar las problemáticas que enfrenta la iglesia?

Creemos sinceramente que DIOS ES SUFICIENTE, y consideramos que todo lo hecho hasta ahora ha sido bueno, sin embargo, nunca será suficiente mientras existan personas requiriendo de nuestra ayuda, SOLO DIOS ES SUFICIENTE. No obstante, hay una tónica común a todos los tiempos vividos por la iglesia a través de los años: siempre han “FALTADO OBREROS PARA EL TRABAJO”. Por tanto, la pregunta que deberíamos hacernos es la siguiente: frente a este escenario ¿Qué estamos haciendo cada uno de nosotros?, otra pregunta que deriva de la anterior es: ¿En qué podría ayudar para hacer frente a esta situación?. Muchos se preguntan como hacer para ayudar, desconociendo la multitud de talentos y dones que el Señor les ha entregado. Siempre que deseemos ser útiles al señor, lo seremos.

Actualmente en las iglesias ha aumentado impresionantemente el número de miembros que pueden acceder a nuevos conocimientos a través de cursos y estudios superiores. Por tanto, el número de profesionales ha aumentado, sin embargo, paradójicamente el NÚMERO DE OBREROS DISPUESTOS A TRABAJAR, pareciera PERMANECER IGUAL. ¿Es mi profesión útil en la iglesia? ¿Es de Dios mezclar mi profesión con el evangelio? Consideramos y creemos firmemente que de la manera en que se mueven los tiempos, así mismo se mueve Dios. No se trata de un nuevo evangelio, no se trata de una nueva doctrina, sino que se trata de glorificar a Dios a través de lo todo lo que sabemos hacer, a través de todo lo que tengamos a mano. Si crees que Dios te permitió estudiar u obtener tu título profesional, también cree que Dios te permite y desea que lo pongas a su servicio.

Una última pregunta que viene al caso es ¿Entonces Dios no desea que trabaje en el mundo secular? Dios desea que lo hagas, y que obtengas tu sustento, pero jamás olvides que si Dios te permitió que obtuvieras tu profesión, lo hizo para que lo glorificaras a él a través de lo que sabes hacer.

Para terminar, el Apóstol Pedro dice la escritura que era una persona analfabeta, catalogada como del “vulgo”. Aun así, Dios lo utilizó para grandes obras, de tal manera que Pedro logró exponer un gran discurso donde alcanzo los corazones de más de 3.000 personas. El otro extremo era el apóstol Pablo, se dice de él que era un hombre culto y preparado, de lo mejor de aquella época, sabía alrededor de 20 idiomas, los cuales incluso le salvaron la vida en más de una ocasión. En ambos Dios se glorifico, en Pedro en su ignorancia, y en Pablo en su conocimiento y preparación. Pues una cualidad común tuvieron estos dos hombres: DECIDIERON SERVIR CON LO QUE TENÍAN, A DIOS…


Y TU ¿QUÉ HARÁS?...